Ya está aquí el Black Friday, una fecha cada vez más señalada en el calendario para hacerse con todo tipo de productos rebajados. Las marcas aprovechan para ofrecer descuentos a los que es difícil resistirse. El consumo, por lo tanto, aumenta exponencialmente en estas fechas. Pero, ¿es posible aun así sumarse al Black Friday haciendo un consumo responsable?
Para ponernos en situación, el Black Friday es una iniciativa originaria de Estados Unidos caracterizada por promover grandes rebajas en productos de diversos sectores, sobre todo electrónica y ropa, con el fin de incentivar el consumo.En los últimos años se ha extendido internacionalmente de forma muy acusada.
Como mencionábamos, el Brack Friday es una clara invitación al consumismo exacerbado, y en contraposición a ello se creó en 2015 el “Green Friday”, un movimiento que apuesta por concienciar a los ciudadanos para que efectúen compras responsables, fomentando así un consumo más sostenible. El “Green Friday” surge en la COP21, momento en el que la Comisión Europea anunció una revisión de la normativa comunitaria sobre el etiquetado de eficiencia energética en los aparatos eléctricos. Su objetivo: llamar la atención de la sociedad sobre el derroche energético que supone el uso de la mayoría de electrodomésticos, además de sensibilizar sobre la importancia de reducir, reutilizar y reciclar.
Cada año el Black Friday suma más adeptos y son más las empresas que se suben a la ola de los descuentos casi imposibles de rechazar. Sin embargo, a la vez que aumenta su popularidad se incrementan los fraudes de distinto tipo relacionados con la calidad de los productos, sus precios reales y los procesos de devolución de las mercancías con las que el consumidor no queda satisfecho. A raíz de la pandemia de la COVID-19 crecieron exponencialmente las compras online. Esto aumento, como era de esperar, el número de consumidores online insatisfechos o con dudas respecto a sus comprar. Por poner un ejemplo, solo en marzo de 2020 se atendieron 15.000 consultas de consumidores descontentos, mientras que en el mismo mes de 2019 se realizaron solo5.000, según datos del Centro Europeo del Consumidor.
Esta organización nació en 2005 con la tarea de proteger los derechos de los consumidores. Sus centros, cofinanciados por la UE, tratan de reforzar la confianza de los consumidores en las compras transfronterizas europeas, garantizando la seguridad de los productos en el mercado único. Pero no es la única medida de la Unión Europea en materia de consumo, ya que desde abril de 2012 financia también la Agenda del Consumidor Europeo, que marca la política a seguir en materia de protección de los derechos del consumidor. Su labor se centra en:
- Reforzar la seguridad de los consumidores a la hora de adquirir bienes, servicios y productos alimenticios.
- Mejorar el cumplimiento de la ley y garantizar el derecho a recurrir, sin el cual no existirían los derechos.
- Adaptar las políticas a la evolución de la sociedad y a la vida diaria; adecuar la legislación sobre consumo a la era digital y resolver los problemas que encuentran los consumidores en internet para facilitar la elección de las opciones sostenibles.
¡Este año apúntate al “Green Friday” y apuesta por un consumo responsable! El planeta lo agradecerá.
Fuentes
Detalles
- Fecha de publicación
- 26 de noviembre de 2021
- Autor
- Representación en España