El objetivo es evitar que los Estados miembros que han contraído una deuda sustanciosa tras la pandemia y la guerra, se vean obligados a recortar drásticamente su gasto público cuando estas normas vuelvan a aplicarse a partir de 2023 (se suspendieron temporalmente durante la pandemia covid).
Sin una reforma, las normas vigentes impedirían a los países europeos realizar inversiones cruciales, como la acción climática y la transición energética justa. La nueva reforma no solo debe evitar un nuevo capítulo de austeridad y “hombres de negro”, sino que además debe contribuir a que las inversiones públicas conduzcan a una transición justa, reducir las desigualdades y a la acción climática.
Se espera que la propuesta de la Comisión conceda mayor flexibilidad a los Estados Miembros, pero con condiciones. A partir de aquí nos hacemos las preguntas ¿Cómo vamos a asegurar que esto no va a llevar a nuevos capítulos de austeridad que ahonden en la desigualdad y que impidan la acción climática? ¿qué inversiones y reformas va a fomentar este sistema? Se concederá flexibilidad cuando se realicen inversiones en mejora de servicios públicos o el mecanismo será flexible incluso para subvenciones relacionadas con los combustibles fósiles?
Ecologistas en Acción y CAN Europe te invitamos a participar en el este debate en el que sentaremos en la mesa a representantes de la Comisión Europea, el Ministerio de Asuntos Económicos y Agenda Digital, sindicatos y organizaciones sociales para discutir sobre cómo debe ser esta reforma fiscal.
Te invitamos a participar en el este debate en el que sentaremos en la mesa a representantes de la Comisión Europea, el Ministerio de Asuntos Económicos y Agenda Digital, sindicatos y organizaciones sociales para discutir sobre cómo debe ser esta reforma fiscal.
- fiscalidad
- jueves, 1 de diciembre de 2022, 10.00 - 13.00 (CET)
- España
Información práctica
- Cuándo
- jueves, 1 de diciembre de 2022, 10.00 - 13.00 (CET)
- Dónde
- Sala Europa Sala Europa, Oficina de la Comisión EuropeaPaseo de la Castellana, 46, Madrid, España
- Lenguas
- español
Descripción
El marco fiscal de la UE es un conjunto de normas que limitan las políticas fiscales de los Estados miembros para “evitar las consecuencias negativas de las políticas presupuestarias o corregir déficits presupuestarios excesivos o una elevada carga de deuda pública”. Las principales normas son:
1.) la regla de la deuda, que significa que la deuda de un país debe mantenerse por debajo del 60% del PIB, y
2.) las normas de déficit, que establecen que el déficit debe mantenerse por debajo del 3% del PIB.
Estas normas están recogidas en el Tratado de Maastricht, y con más precisión en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. El incumplimiento de las mismas puede en teoría ser sancionado con multas de hasta un máximo del 0,5% del PIB -aunque esto no ha ocurrido por ahora-. Además, la Comisión Europea y el Consejo de Ministros emiten recomendaciones semestrales sobre medidas políticas y de vigilancia a los Estados miembros para que cada uno de ellos cumpla la normativa presupuestaria.
Las normas sobre la deuda y el déficit son se basan en supuestos económicos anticuados que han sido refutados científicamente. Y lo que es más importante, las normas no atienden a ningún tipo de consideración medioambiental ni social, lo que puede bloquear una acción climática rápida y eficaz y provoca capítulos nefastos para las políticas sociales como los de la austeridad tras la crisis de 2008.
Por otro lado, las reglas no discriminan en la calidad ni las razones del gasto y no contemplan la necesidad de que una inversión alcance determinados objetivos medioambientales o sociales. En lugar de esto, la política económica se basa en el crecimiento del PIB.
El marco fiscal es, además, muy complejo e inflexible para reaccionar ante diferentes contextos, como una crisis, en la que incluso puede acabar ejerciendo más presión sobre los Estados miembros.
Cláusula general de escape
Tras el desastre que provocaron estas normas en la crisis de 2008, en 2011 se introdujo una cláusula general de escape, que congela temporalmente la aplicación de las mismas, para solucionar en parte este problema, pero no aborda la dirección fundamentalmente equivocada hacia la que nos empuja el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
La cláusula de escape permite que los Estados Miembro aumenten el gasto público y la deuda por encima de lo establecido en el marco fiscal. Se puso en marcha en 2020 para ayudar a los Estados miembros a aplicar políticas contra la crisis provocada por la pandemia del covid19.Estaba previsto que expirara a principios de 2023, pero la guerra en Ucrania ha puesto de manifiesto que es necesario alargarla aún más.
Los estudios también muestran que la “consolidación fiscal” y la austeridad, especialmente después de la crisis financiera de 2008, fueron uno de los principales impulsores de los sentimientos antieuropeos y del populismo. Un cambio significativo del marco fiscal requiere una acción colectiva y la movilización de la ciudadanía, la sociedad civil organizada, sindicatos en cada país y a nivel europeo.
La Comisión Europea está trabajando ahora en una reforma de estas normas. Se espera que se presente el próximo 9 de noviembre. En este evento queremos conocer mejor la propuesta de la Comisión desde una mirada crítica y constructiva.
